lunes, 3 de julio de 2023

¿POR QUÉ ESCRIBIR ACERCA DE LA PAREJA Y SU PERMANENCIA?

¿POR QUÉ ESCRIBIR ACERCA DE

LA PAREJA Y SU PERMANENCIA?

Por: José Rafael Olivieri Delgado

 

“Dios ha visto lo que han hecho todos ustedes: Cuando eran jóvenes, se casaron y se comprometieron a ser fieles a su esposa. Pero no han cumplido con su compromiso. Nuestro Dios nos creó para que fuéramos un solo cuerpo y un solo espíritu. Nos creó así para que fuéramos un pueblo consagrado a él. Nuestro Dios odia a quienes son violentos y abandonan a su esposa. Por lo tanto, ¡tengan cuidado y no le sean infieles a su esposa!”

(Malaquías 2: 14-16, TLA)

 

            Con base en mi experiencia en el consultorio, voy a realizar este desarrollo de mis ideas sobre las parejas y su relación, intentando abarcar en ellos la mayoría de los aspectos que definen dicha relación. Menciono la expresión de “la mayoría” porque sería utópico e ilusorio intentar abarcar “la totalidad” de los elementos que involucra el tema de las parejas, cuya relación es, a su vez, la que más satisfacciones produce en la vida, pero también por igual, la que más conflictos emocionales crea y moviliza en cada uno de sus integrantes.

            Por ello voy a comenzar con los elementos justificativos de la misma y posteriormente iré construyendo el resto de las ideas al respecto. Algunos textos posiblemente sean extensos, y quizás, tengan un contexto ‘más formal’, pues no me interesa dejar mis ideas en el aire, sino darles el peso teórico y práctico que requiere un tema tan vital como lo es la pareja. Pero, si te interesa el tema, te pido paciencia y comprensión, pues a falta de otro espacio de expresión de estas inquietudes, por ahora, gracias a Dios, se presentó esta oportunidad de comunicarlas.

            Inicio pensando que contrario a lo que muchos piensan, basados en sus experiencias y conflictos emocionales, el lograr llegara a tener una relación de pareja es algo muy sencillo. Lo importante no es establecer esta relación, sino, responder a dos (2) preguntas claves: ¿Para qué quieres una relación de pareja?, y segundo: ¿Por cuánto tiempo la quieres? Lamentablemente, la respuesta ‘verdadera’ a estas 2 interrogantes y a muchas otras, solamente se pueden encontrar en las zonas más profundas de la mente inconsciente de cada persona. En ella están definidos diversos aspectos emocionales como: la identidad del YO, mi autovaloración y todo mi “Sistema de Creencias”, entre otros. Lo que hemos de tener por seguro es que, con base en todos estos elementos, es que se sustenta toda mi vida emocional y TODO lo que voy a realizar en ella, independientemente de si trata de logros o de fracasos, y mis relaciones de pareja no escapan a ello.

            Esto es así, porque una de las áreas prioritarias existentes en la mente inconsciente, posee los esquemas obligatorios de selección de pareja, al igual que los parámetros conductuales que me permitirán permanecer o no en dicha relación. Esto es importante de tener en cuenta porque, para la pareja, la matemática de Dios dice que son: 1 + 1 = 1. Sin embargo, la realidad emocional es que se trata de dos (2) personas diferentes: Él y Ella.

Ambos por igual poseen sus propias identidades y sus respectivas individualidades, así como también arrastran las consecuencias emocionales de sus modelos de aprendizajes parentales a sus respectivas relaciones de pareja. Con base en dichos aprendizajes, cada una de estas dos personas han definido, a su vez, sus propios modelos de vida y de pareja, los cuales actuarán, muchas veces sin darse cuenta, en sus respectivas relaciones.

            Permíteme cambiar de idea para entrar en los antecedentes de este tema y su ¿por qué? Al parecer el ser humano vive de modas, no solamente en lo personal, sino también en sus roles sociales y profesionales. Lo cual pudiese extrapolarse, por igual, al caso de las investigaciones y estudios acerca de las parejas y su relación, particularmente en mi área de la psicología. Lo digo porque el tema central que nos ocupa: la pareja y su permanencia en el tiempo, no es nuevo. Por el contrario, estos estudios fueron muy frecuentes y populares en las décadas de 1960 a la de 1980, como lo demuestran el alto número de estas investigaciones en el período indicado.

            Parto de esta base porque pretendo incluir en paralelo, pesando en la pregunta anterior (¿por cuánto tiempo?), un término del cual ya casi no se habla en las relaciones de pareja, por no decir que ha quedado obsoleto y relegado, me refiero al concepto del “Ajuste en el Matrimonio”. Es este término el que quiero extrapolar y traducir como el de ‘La Armonía Marital’, para poder generalizarlo a todas las relaciones de pareja actuales.

            A pesar de lo indicado, puedo señalar que el tema de la armonía marital, entendiéndolo más sencillamente como el ‘proceso de acoplamiento’ de ambos miembros durante su vida de pareja, no ha pasado de moda. Aunque no deja de ser cierto que, en el proceso de evolución social que se ha vivido desde la época mencionada, la institución del matrimonio ha sido, al igual que muchas otras de las instituciones tradicionales, ampliamente cuestionada en todas sus facetas. Incluyéndose, particularmente, los aspectos de su vigencia, su validez y su permanencia.

            Aunque no deja de ser cierto que, todos estos ataques y cuestionamientos acerca del matrimonio, han tenido mucho éxito destruyendo la vida de muchas parejas, y lo continúan haciendo. Sin embargo, no deja de ser cierto, igualmente, que entre las diversas interrelaciones sociales que establecen los seres humanos, quizás la más importante, de su vida adulta sea, precisamente, la de la relación de pareja. Ella representa, en muchos casos, uno de los más anhelados vínculos interpersonales, no solamente desde el punto de vista emocional y cultural, sino también psicológico y biológico.

            Por ello pienso que, una primera razón de la justificación y de la razón del interés por este tema de las relaciones de pareja y su armonía, debería ser el considerar el anormal incremento en la tasa de separaciones, rupturas y divorcios, así como la pérdida de la estabilidad marital que sufren las parejas hoy día (en cualquiera de sus formas). Dicha situación está claramente reflejada en la gran cantidad de finales trágicos sufridos por las parejas, independientemente del estar en el vínculo matrimonial o no. Esta situación ha implicado diferentes consecuencias, no solamente a nivel individual de los miembros de las parejas, sino familiar y social.

            Este aspecto del incremento de las tasas de divorcio puede apreciarse con base en los registros estadísticos nacionales de la mayoría de los países de Europa, América y otros. A simple vista puede apreciarse como dicha tasa ha ido incrementándose ampliamente a medida que han transcurrido los años. Cabe también destacar que las estadísticas encontradas, usualmente se refieren a las rupturas de parejas legalmente constituidas, es decir, propiamente dicho, los divorcios.

            Estas estadísticas no consideran el importante número de rupturas de aquellas parejas ‘socialmente’ constituidas. La gran mayoría de estas parejas igualmente tienen y actúan una vida marital: cohabitan juntos en el mismo hogar, e incluso, en muchos casos, tienen uno o varios hijos. En mi criterio, estas parejas están sentenciadas a muerte desde su inicio, debido a los conflictos que las dominan.

            Un aspecto paralelo al incremento mencionado es una consecuencia aún menos tomada en cuenta, me refiero a la inmensa mayoría que jamás llegará a formalizar una relación de pareja en ninguna de sus opciones actuales. Sencillamente, sus circunstancias emocionales (conflictos y traumas), no les permiten ni siquiera llegar a plantearse esta posibilidad de la convivencia mutua. Su argumentación emocional únicamente les permite vivir la opción de la soledad y sus consecuencias propias.


Algunas referencias:

Gray, J.  (1992).  Los hombres son de Marte, las mujeres son de

Venus.  NY, USA: HarperCollins Publishers Inc.

 

Hormachea, D. (1994).  Para matrimonios con amor.

Aprendiendo a vivir con nuestras diferencias. Miami, Usa:

Editorial Unilit.

 

Kendrick, S. y A. (2008). El Desafío del amor.

USA. B&H Publishing.

 

TE INVITO A CONTINUAR LEYENDO ESTE TEMA EN MI LIBRO:

 

FRAGMENTOS DEL CONSULTORIO PSICOLÓGICO 3

 

PUEDES ADQUIRIRLO A TRAVÉS DE:

 

www.amazon.com/author/jrodlibros

 

 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.