sábado, 28 de marzo de 2020

EL MIEDO: El fantasma que yo construyo para autodestruirme

EL MIEDO: El fantasma que yo construyo para autodestruirme

Por: José Rafael Olivieri Delgado (marzo 2020)

 

“No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa.”

(Isaías 41:10, NTV)

“Mi mandato es: < ¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas>

(Josué 1:9, NTV)

“Amor y temor, en efecto, son incompatibles; el auténtico amor elimina el temor, ya que el temor está en relación con el castigo, y el que teme es que aún no ha aprendido a amar perfectamente.” (1 Juan 4:18, BLP)

 

            Un hermoso día, clima templado, el sol brillando, estaba recorriendo un sendero en medio del bosque, los árboles, los arbustos, con cada paso me internaba más profundo en este maravilloso paisaje. Ya había recorrido en el pasado ese mismo sendero varias veces, pero hoy había algo diferente. Una extraña sensación de ser observado, como que ‘algo’ se me estaba acercando. Como dice el refrán: “los pelos de la nuca se me erizaban”. Buscaba con la mirada hacia los lados, atrás, adelante, …, nada.

Y de pronto lo vi. Primero, el corazón se me paralizó, sentí un cortocircuito por todo mi cuerpo, especialmente en piernas y brazos. Inmediatamente mi corazón empezó a latir mucho más fuerte y rápido, a bombear más sangre, los músculos se me tensaron, la respiración se me aceleró. Los pulmones empezaron a enviar más oxígeno al cuerpo y el estómago se me cerró, sentí como toda mi zona abdominal se comprimía. Eran dos enormes ojos mirándome… ¡ERA UN OSO! ¡Venía hacía a mí! ¡Yo era su objetivo!... Eso es un MIEDO REAL, AUTÉNTICO.

Frente a esta emoción el cuerpo actúa automáticamente para activar un estado de alerta, cuyo responsable es el sistema nervioso simpático. El mismo es el encargado de activar las respuestas físicas de huida o de prepararme para un enfrentamiento físico (Honestamente, yo llevo las de perder frente al oso). El aumento de adrenalina en la sangre es la responsable de este proceso. Va a potenciar la fuerza muscular, tanto para la huida como para el combate y va a suprimir parcialmente los receptores de dolor. Por otra parte, en el sentido contrario, es igualmente cierto que en algunos casos el miedo actúa en forma tal que me paraliza, me lleva a ser incapaz de actuar o de moverme, incluso durante varios minutos.

En lo personal he podido sentir y experimentar ambas situaciones, en una ocasión corrí… más rápido que la luz… en la otra… fui incapaz de moverme, durante un tiempo que me pareció una eternidad, solamente respiraba aceleradamente, pero no me podía mover. Ambas respuestas son normales frente a la emoción auténtica de miedo y por lo general, el sistema simpático las maneja adecuadamente. Porque si algo tienen las emociones, al margen que las calificamos de buenas o malas (lo cual no es muy adecuado), es que las emociones AUTÉNTICAS están diseñadas para mi autoprotección y para demostrar mi amor a mí mismo.

Por ejemplo, cuando el miedo me lleva a huir y a protegerme, de tal forma que no salgo lastimado ¡eso es amor por mí! Lamentablemente, hay un gran número de personas que se consideran más fuertes que la emoción auténtica y como sucede muchas veces, en el caso del miedo, se creen más fuertes que este y ahora, en muchos casos están bajo tierra, no lo pudieron contar. Ellos no hay oído del refrán que dice: “Es preferible que digan aquí corrió, que aquí murió”. (Esas cosas pasan).

     Como seres humanos llegamos al mundo con un paquete de emociones auténticas. Las cuales, dependiendo de los teóricos son: “MARTA”: Miedo, Amor, Rabia, Tristeza y, Alegría. Todas ellas están diseñadas para amarme, diseñadas para vivir. Por ejemplo, si golpeas fuertemente tus manos cerca de un bebé, el ruido producido activa la respuesta de miedo en el bebé. Observas como todo su cuerpo se estremece, agita piernas y brazos, abre los ojos y empieza a llorar con intensidad… El llanto es su único lenguaje y mecanismo posible para autoprotegerse. Como es imposible que pueda salir huyendo o en último caso, enfrentarse en una pelea, pues llora. ¿Qué está haciendo?, pidiendo ayuda, pidiendo protección.

Aprovecha este ejemplo para comprender algo importante: cuando un niño (extendámoslo a cualquier persona) tiene mucho miedo, no necesita que le digas “eso no es nada” … Una persona con miedo no necesita ni tu lógica ni tu razonamiento, una persona con miedo necesita ser protegida.

Te lo repito: PROTEGIDA, ¡nada más! Después, cuando ya el miedo cedió, cuando ya se siente protegida, allí es cuando puedes usar, si corresponde, tu lógica para explicar la situación desencadenante del miedo. Por ello, es adecuado entender que cada emoción auténtica tiene su propio accionar emocional particular. De esta manera tenemos que para El Amor: se comparte y se disfruta; La Tristeza: se comprende y se consuela; La Rabia: se comprende y se limita; La Alegría: se comparte y se disfruta y finalmente, como les indiqué, El Miedo: se protege, no se puede comprender, porque simplemente mis mecanismos de razonamiento lógico están dominados por las sensaciones y reacciones naturales del miedo.

Aprovechando el tema, desde un enfoque práctico, psicológicamente no podemos hablar de emociones buenas o malas, hablamos de su adecuación o no, a las condiciones o estímulos que las originan. Pero esta realidad sirve únicamente para una clase de psicología. Desde un punto de vista más cercano a mi realidad emocional, con base en lo que siento, puedo catalogarlas de buenas o malas. Por supuesto, abstrayéndome de los prejuicios y creencias que tenemos en función de las emociones.

Por ejemplo, todos creen que el amor es bueno, pero cuando por amor yo asesino a alguien, ya como que no es tan bueno ¿o me equivoco? Igualmente, todos consideran mala a la tristeza, pero si yo te digo que cuando es auténtica, me permite liberar la presión emocional de una pérdida y, por otra parte, a partir de mis lágrimas, pedir ser protegido y amado por el otro, ¿Eso es bueno o es malo? Yo pienso que es una expresión de amor por mí. Reflexión: “Sólo una cosa vuelve un sueño imposible: el miedo a fracasar.” (Paulo Coelho, s/r).

         Ahora bien, al margen de mi dramática introducción del “OSO”, mi intención real no es hablar de las emociones auténticas y particularmente, del miedo auténtico. Mi enfoque se va a centrar en el proceso emocional ‘enfermo’ del miedo. Este miedo ‘enfermo’ corresponde a un proceso complejo de aprendizaje, desde mis primeras etapas infantiles, hasta sus manifestaciones actuales que, con base en ellas, puedo activar o bloquear las distintas respuestas fisiológicas y psicológicas normales del miedo. Con lo cual puedo generar así un mecanismo autodestructor (desde el enfoque emocional), a través del cual termino por demostrar mi odio a mí mismo en vez del amor a mí mismo, el cual sí puedo actuar a través de las emociones auténticas.

Pero esta aclaración me genera una pregunta: Si no voy a hablar del miedo auténtico, entonces ¿de qué clase de miedo voy a hablar? Y también me pregunto: ¿Puedo llamar ‘falso’ a algo que estoy sintiendo como real, tanto física como emocionalmente? Precisamente la intención es hacer un análisis (dentro de mis limitaciones) de una de las emociones más destructivas del ser humano: el miedo (enfermo, no auténtico). Berne (s/r) llama a las emociones no auténticas: “emociones rebusque”, las cuales son producto de nuestro aprendizaje emocional inadecuado.

Tal vez el miedo sea, como lo catalogan los teóricos de las emociones: “una emoción básica”. Pero allí está precisamente un problema importante: es ‘la base’ de muchísimas situaciones no adecuadas en la vida de las personas. Es responsable de una inmensa cantidad de situaciones enfermas en los comportamientos conductuales y en las relaciones interpersonales. Sin contar además que, desde el punto de vista inmunológico, es ‘la base’ de muchas dolencias físicas y emocionales.

El miedo como emoción enferma afecta todos los esquemas emocionales de las personas, impulsa la autocrítica negativa, la auto descalificación, paraliza, quita iniciativa, no enfrenta, no arriesga, se aísla, se esconde, ve a los demás como a enemigos… y ese, es solamente el principio de los impactos de esta emoción. Igualmente, es ‘la base’ de la ansiedad, de la desesperación, desesperanza, desánimo, desaliento, frustraciones y ya lo dije, con otras palabras, de la soledad. El camino emocional del miedo recorre expresiones como la aversión a algo, las fobias, el temor y culmina en el pánico o en el terror, con sus consecuencias a veces fatales para muchas personas. Déjame decirlo claro, cuando estamos hablando de la emoción de miedo (enfermo), estamos hablando de realmente el peor enemigo de las personas.

Por ejemplo: “Muchos psicólogos designaron al miedo como uno de los problemas más importantes de nuestros días. Fue denominada la emoción oficial de la época, la base de todas las neurosis, y el fenómeno psicológico más difundido de hoy.” (CPTLN Recuperado 07-2019).  La razón básica de esto es que el miedo engaña a tu propia mente, a tu percepción y por consecuencia, a tu realidad. Terminas aceptándolo como algo inevitable, quizás imposible de evitar, que se apodera de ti, controlándote y anulándote, con lo cual se convierte en “El fantasma que yo construyo para autodestruirme”.

Lo repito una vez más (en función de los demás textos escritos): no se trata de: ‘yo no quiero tener miedo’, este es un pensamiento consciente. La realidad es que este miedo enfermo, está bajo el dominio de mis emociones inconscientes y al final del asunto, por estar en los núcleos raíces de mi diseño humano, termina afectando no solamente a mí mismo, sino a todo mi entorno físico y emocional, lamentablemente para autodestruirme. Un Proverbio chino (s/r) dice: “El que teme sufrir ya sufre el temor.”.

 

¿Qué es el miedo? Sus aspectos introductorios:

            Antes de entrar en materia, cabe responder una pregunta: ¿Qué es el Miedo? Es importante pues tenemos que saber de qué estamos hablando, para poder ver sus diferentes rostros. Por ejemplo, para https://es.wikipedia.org/wiki/Miedo: “El miedo o temor es una emoción caracterizada por una intensa sensación desagradable provocada por la percepción de un peligro, real o supuesto, presente, futuro o incluso pasado. Es una emoción primaria que se deriva de la aversión natural al riesgo o la amenaza, y se manifiesta en todos los animales, lo que incluye al ser humano.

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Referencias:

CPTLA (2019). Recuperado julio 2019 de http://www.cptln.org.ar/miedos/.

Mi Camino (2019). Como Ayudar A Quien Tiene Miedo. Recuperado julio 2019 de:

    https://micamino.cl/2020/11/02/como-ayudar-a-quien-tiene-miedo/

Riaño, R. (2020). Devocionales con Dios. Audio, Recuperado marzo 2020,

de https://www.youtube.com/watch?v=pUaXEyIHWe8

Sociedades Bíblicas Unidas.  (1960).  Santa Biblia. Caracas Venezuela:Impresora Fanarte, C.A.

Wikipedia. https://es.wikipedia.org/wiki/Miedo, recuperado mayo 2019